Este mes hemos visitado en la Casa de Pilatos una destacada selección de los trajes más vistosos que se han ido usando en la serie televisiva «Isabel».
Todos forman parte de la exposición «Isabel la Católica y su época», en la que además vimos una serie de documentos muy valiosos de la época de los Reyes Católicos.
El escenario está elegido a conciencia, puesto que muchos son los vínculos que unen a este monumento de la Casa de Medinaceli con el periodo de estos monarcas. En primer lugar, la Casa de Pilatos se comenzó a construir en 1483, en pleno reinado de Isabel I. El primer fundador de esta casa, Pedro Enríquez, fue tío carnal del rey Fernando, y su sucesor, Fadrique Enríquez de Ribera, primo del monarca. Todas las salas que se recorren en la exposición son de la época de los Reyes Católicos.
Eso sí, en Sevilla la cita ha adquirido un atractivo especial, puesto que junto a los vestidos y complementos que aparecen en la serie de televisión se pueden apreciar valiosos documentos aportados por el archivo de la Casa de Medinaceli. En su mayoría son cartas y manuscritos de Isabel y Fernando al duque, aunque también pueden verse bulas de la época, peticiones de la población y otros textos de gran interés histórico.
La muestra se concentra en la planta superior de la Casa de Pilatos y la primera de las salas está dedicada a la corte de Castilla. Entre los documentos que la componen destaca una carta de los Reyes Católicos a Diego Fernández de Córdoba dándole licencia para incorporar a su escudo de armas 21 banderas que había ganado a los moros; o un texto «inédito», en el que el rey Fernando condenaba a Fadrique Enríquez de Ribera a pagar 150.000 maravedíes por romper el voto de castidad siendo comendador de Guadalcanal.
La muestra se concentra en la planta superior de la Casa de Pilatos y la primera de las salas está dedicada a la corte de Castilla. Entre los documentos que la componen destaca una carta de los Reyes Católicos a Diego Fernández de Córdoba dándole licencia para incorporar a su escudo de armas 21 banderas que había ganado a los moros; o un texto «inédito», en el que el rey Fernando condenaba a Fadrique Enríquez de Ribera a pagar 150.000 maravedíes por romper el voto de castidad siendo comendador de Guadalcanal.
Corte renacentista
En el apartado de los vestidos, la sala muestra el esplendor y la ceremonia que rodeaba a la corte de la reina, sumamente preocupada por la moda y por la influencia renacentista en el vestir, a la que fue sumando tintes moriscos que se exportaron por toda Europa, como el uso de la seda y el algodón y los colores tintados con azafrán.
La segunda sala está dedicada a una «corte itinerante» y en ella se aprecia el traje de ceremonias que lució la reina en las capitulaciones de Segovia y una carta en la que la narra a la condesa de Feria el atentado que sufrió el rey en Barcelona de manos deJuan de Cañamares.
La tercera de las salas, destinada al «conflicto sucesorio», alberga dos de los trajes más esperados por todos los que siguen la serie «Isabel», los de la boda, junto a otros elementos como el cetro, la corona y la espada. «El traje de novia presenta brocados de seda y un velo finísimo de este tejido, mientras que el del rey Fernando responde a la vestimenta de la época, con pantalón de cuero».
La túnica de Carrillo, el arzobispo de Toledo, la vestimenta oscura que lucía habitualmente el también oscuro marqués de Villena o la riqueza de la capa real de Enrique IV, aderezada con piel de lobo, son otros de los elementos que pueden verse en esta tercera parada.
La penúltima sala, por su lado, con uno de los trajes más esperados, el que lució la actriz que interpreta a la reina, Michelle Jenner, el día de su proclamación, una joya en seda salvaje con lágrimas de oro que pone el broche a esta cita con la historia.
Pasamos un día estupendo y pudimos aprender muchas cosas sobre este periodo tan interesante de nuestra historia.
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